Este sábado tuvimos unas estudiantes de Intervención Social, vinieron a visitarnos ¡Desde Sevilla😱😱!
Empezamos jugando al pilla-pilla pero con algunas variantes para concienciarnos de cómo una actividad, aparentemente sencilla, se puede convertir todo un reto para las personas con diversidad funcional.
Diversidad funcional es el nuevo término para las personas discapacitadas para, de ese modo, quitar la parte negativa del nombre; así como se dejó de usar el término persona minusválida debido a su connotación negativa.
También aprendimos los tipos de diversidad funcional que hay, desde física, hasta sensorial o incluso intelectual. Acto seguido, realizamos una gymkana por equipo, en cada equipo podíamos encontrar un sordomudo🙉🙊, un cojo y un ciego🙈 (adivinad quién volvió a hacer de ciego 😁😁). La gymkana constó de 4 pruebas:
La primera consistía en que cada persona debería llevar 2 prendas que no fueran suyas, en la segunda prueba debíamos hacer un recorrido con algunos obstáculos, mientras que la tercera consistía en adivinar películas (fue complicado eso de un ciego gesticulizando Frozen❆❆⛄ a un sordo mudo, la verdad). Y la última prueba fue presentarnos a una entrevista de trabajo intentando defendernos de que nosotros, aunque tuviéramos una presunta diversidad funcional, también servíamos para realizar ese trabajo, sinceramente, a la esculta esta idea nos pareció maravillosa: no hay mejor manera de saber si realmente hemos entendido algo que defendiéndolo.
En resumen, nos encantó la actividad y el maravilloso intento, y al final logrado, de hacernos concienciar sobre una realidad que está ahí pero ,como para nosotros no nos resulta un desafío, no le prestamos mucha importancia. Sin duda una reunión diferente y más que necesaria, y aunque no vayan a leer esto, darles las gracias a las estudiantes de Intervención Social que vinisteis a pasar esta maravillosa tarde con el Viñas.
